miércoles, 18 de marzo de 2020

Semana 1 - Prácticas del Lenguaje 5ºB


Actividades 5to B

     Prácticas del lenguaje

Biografías
     Leé las biografías seleccionadas del libro “Mujeres insolentes de la Historia” de Felipe Pigna (archivo PDF)
     Elegí una de ellas, volvé a leerla y respondé:

1)¿Por qué la elegiste? ¿Qué fue lo que te interesó de su vida?
2) Elegí un momento de su vida (su infancia, su adolescencia o su adultez) y contalo brevemente. Es importante que intentes contarlo con tus palabras, no copies fragmentos del texto.
3) Compartí la lectura de una de las biografía con otra persona (puede ser la que elegiste antes) y piensen juntos: ¿Por qué fue importante la historia de esa mujer? Escribilo.

     Matemática
Cuadernillo adjunto (trabajaremos indicando las páginas día a día)

     Cs sociales: efeméride 24 de marzo

24 de marzo: Día de la Memoria, la Verdad y la Justicia
     Leé el texto “El proceso del terror” y respondé:
1)    ¿Cuántos años duró la última dictadura militar?
2)    ¿De qué manera llegaron a gobernar los militares?
3)    ¿Por qué el texto dice que las personas secuestradas pasaban a estar “desaparecidas”?
4)    ¿A quiénes consideraban subversivos los militares?
5)    ¿Por qué se censuraban algunos libros, canciones o películas?


El proceso del terror
La última dictadura militar, que golpeó el sistema constitucional el 24 de marzo de 1976 y se mantuvo en el poder hasta el 10 de diciembre de 1983, fue un proyecto cuidadosamente organizado y al que los militares llamaron “Proceso de Reorganización Nacional”.
Las Fuerzas Armadas en su totalidad —Ejército, Marina y Aeronáutica— desplazaron a través de las armas a la presidenta, María Estela Martínez de Perón, se hicieron cargo del país y se dividieron el poder entre ellos. El “Órgano Supremo del Estado”, como lo llamaban, estaba integrado por los tres comandantes en jefe —Videla, Massera y Agosti— y ese órgano designaba al presidente, que fue Videla hasta 1981.
Se trató de una dictadura cívico-eclesiástico-militar porque contó con el apoyo y el impulso de grandes empresarios, sectores conservadores relacionados con la iglesia católica y algunos representantes del poder judicial. Todos ellos participaron y fueron beneficiados por este régimen.
Los militares tenían el propósito declarado de “acabar con la subversión”; y para ellos, subversivos eran los militantes políticos, los alfabetizadores, los intelectuales, los estudiantes, los obreros, los dirigentes barriales, los sindicalistas que no se dejaban manejar, cualquiera que criticara o reclamara merecía esa etiqueta fatal. Subversión también implicaba toda forma de movilización popular, de protesta, de reclamo o tan siquiera de crítica. Fue una palabra que sirvió para señalar al diferente, al que no pensaba como ellos, y los golpistas opinaban que a los diferentes había que aniquilarlos.
El método elegido fue el terrorismo de Estado, o sea un sistema de amenazas, persecución, secuestros, torturas y asesinatos prolijamente planificados desde el Poder para infundir el miedo y el terror en la población. El trabajo “sucio” lo hacían grupos de tareas, que “chupaban” —secuestraban— a la gente y la trasladaban a los centros clandestinos de detención. Como esos centros de tortura eran secretos y los secuestros y asesinatos no se declaraban, los secuestrados pasaban a ser “desaparecidos”. En los ocho años del gobierno militar llegó a haber 30.000 desaparecidos.
Durante este período, no sólo se persiguió a las personas consideradas subversivas. Además se prohibió la publicación y la circulación de libros, canciones, películas, revistas y diferentes formas de expresión que consideraran que podían ser medios de difusión de sus ideas.

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