Actividades 5to B
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Prácticas del lenguaje
Biografías
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Leé las biografías seleccionadas
del libro “Mujeres insolentes de la Historia” de Felipe Pigna (archivo PDF)
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Elegí una de ellas, volvé a leerla
y respondé:
1)¿Por qué la elegiste? ¿Qué fue lo que te
interesó de su vida?
2) Elegí un momento de su vida (su infancia,
su adolescencia o su adultez) y contalo brevemente. Es importante que intentes
contarlo con tus palabras, no copies fragmentos del texto.
3) Compartí la lectura de una de las biografía
con otra persona (puede ser la que elegiste antes) y piensen juntos: ¿Por qué
fue importante la historia de esa mujer? Escribilo.
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Matemática
Cuadernillo adjunto (trabajaremos indicando
las páginas día a día)
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Cs sociales: efeméride 24 de marzo
24 de marzo: Día de la Memoria, la Verdad y
la Justicia
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Leé el texto “El proceso del
terror” y respondé:
1)
¿Cuántos años duró la última
dictadura militar?
2)
¿De qué manera llegaron a gobernar
los militares?
3)
¿Por qué el texto dice que las
personas secuestradas pasaban a estar “desaparecidas”?
4)
¿A quiénes consideraban
subversivos los militares?
5)
¿Por qué se censuraban algunos
libros, canciones o películas?
El proceso del terror
La última dictadura militar, que golpeó el sistema constitucional el 24 de marzo de 1976 y se mantuvo en el
poder hasta el 10 de diciembre de 1983,
fue un proyecto cuidadosamente organizado y al que los militares llamaron
“Proceso de Reorganización Nacional”.
Las
Fuerzas Armadas en su totalidad —Ejército, Marina y Aeronáutica— desplazaron a través de las armas a la
presidenta, María Estela Martínez de Perón, se hicieron cargo del país y se dividieron el poder entre ellos. El
“Órgano Supremo del Estado”, como lo llamaban, estaba integrado por los tres
comandantes en jefe —Videla, Massera y Agosti— y ese órgano designaba al
presidente, que fue Videla hasta 1981.
Se trató de una dictadura cívico-eclesiástico-militar porque contó con el apoyo y
el impulso de grandes empresarios, sectores conservadores relacionados con la
iglesia católica y algunos representantes del poder judicial. Todos ellos participaron y fueron
beneficiados por este régimen.
Los militares tenían el propósito
declarado de “acabar con la subversión”;
y para ellos, subversivos eran los militantes políticos, los alfabetizadores,
los intelectuales, los estudiantes, los obreros, los dirigentes barriales, los
sindicalistas que no se dejaban manejar, cualquiera que criticara o reclamara
merecía esa etiqueta fatal. Subversión también implicaba toda forma de
movilización popular, de protesta, de reclamo o tan siquiera de crítica. Fue
una palabra que sirvió para señalar al diferente, al que no pensaba como ellos,
y los golpistas opinaban que a los diferentes había que aniquilarlos.
El método elegido fue el terrorismo de Estado, o sea un sistema
de amenazas, persecución, secuestros, torturas y asesinatos prolijamente
planificados desde el Poder para infundir el miedo y el terror en la población.
El trabajo “sucio” lo hacían grupos de tareas, que “chupaban” —secuestraban— a
la gente y la trasladaban a los centros clandestinos de detención. Como esos
centros de tortura eran secretos y los secuestros y asesinatos no se declaraban, los secuestrados
pasaban a ser “desaparecidos”. En
los ocho años del gobierno militar llegó a haber 30.000 desaparecidos.
Durante este período, no sólo se
persiguió a las personas consideradas subversivas. Además se prohibió la publicación y la circulación de libros, canciones,
películas, revistas y diferentes formas de expresión que consideraran que
podían ser medios de difusión de sus ideas.
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